Casi dos terceras partes de Paraguay es El Chaco. En esta
región tan extensa vive un 2.5% de la población. Los árboles no son muy altos
pero al ser plano te impide tener una vista general del paisaje, el horizonte
te lo da la carretera, una recta que te atrapa.
Después de haber pasado un par de días a la orilla del lago
Ypacari haciendo de perro flauta al lado de los bomberos decidimos tirar para
Bolivia. La verdad pese a las advertencias pensaba que la cosa no podía ser tan
distinta a lo que veníamos viendo hasta ahora. Al cruzar el puente del remanso
atardecía, una calima le servía al sol para ocultarse y lo teñía de naranja. No
vimos más hasta que amaneció al día siguiente. El suelo es arena de playa y en
los claros lo cubre un pasto seco y duro. El bosque es espinoso y con poca
hoja, impenetrable. Solo te queda mirar para adelante. Y más te vale porque hay
unos baches que parecen cráteres de misil. Tú vas por una carretera ancha, de
ida y vuelta, ni una curva, a cien vas perfecto. De repente un bache que ocupa
todo tu carril y parte del contrario ¡Y cabes dentro! Vamos que como te
descuides rompes algo seguro. Así llegamos a Filadelfia.
Hacía cosa de un mes estábamos en Aristobulo del Valle,
Misiones, Argentina. Allí en un camping en el que nos refugiamos del frio
conocimos a Bernhat y Annegret. Llevaban una motorhome enorme y nos la
estuvieron enseñando. Estos señores viven en Filadelfia. Según paramos en la
oficina de turismo apareció él en una motillo. Nos invitó a que aparcáramos en
su jardín y a que usáramos su baño. Resulta que en este lugar hay unas colonias
Menonitas y nosotros estábamos en la más grande de todas alojados en casa de
unos de ellos. Y muy bien. Esta gente ha creado un pequeño oasis europeo
polvoriento en medio de un sitio muy jodido para vivir. Es una historia muy
interesante la suya, vinieron huyendo desde Rusia, Canadá o Alemania a
principios del siglo XX y viven en medio de Paraguay y hablando alemán. Pega
poco pero se lo montan bien. Tienen un nivel económico mucho más alto que el
resto del país viviendo probablemente en el sitio más duro. Estuvimos dos días
en casa de unos desconocidos y nos trataron como a reyes. Una gente muy
especial estos menonitas. Les estoy muy agradecido.
Nos esperaba la recta destrozada que es la transchaco. Siete
horas para hacer 115 km. Casi todas en silencio, cencentrados la carretera, algún:
cuidado! Vaya pozo! Te ha gustado esa, eh? Pero nada más. El asfalto aparecía y
desaparecía haciendo que la vía esté llena de huellas muy profundas, hoyos,
pedazo de asfalto suelto. Un infierno.
Ahora estamos en un campamento de camioneros a 150 km de
Bolivia. Lo mismo nos quedan dos días para llegar.
Bueno amigos esta visto que lo de ustedes es ir para adelante, la gran pregunta sigue siendo adonde? pero vamos conociendo mundo y gente así que vale.
ResponderEliminarMe intriga la frase final".... a 150 km.de Bolivia..." donde es eso? a 150 de La Paz? no estarán llegando a Filadelfia, USA, jajaja?
Suerte chicos, aca está vuestra hinchada
Hola Joaco, definitivamente sois nuestra barra.
EliminarUn beso para ambos.
Esto se pone interesante. A ver que tal Bolivia...dicen que es increible. Yo sigo enganchado a este blog.
ResponderEliminarJeronimo