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Carpintero y ciruja

Me he ido de Buenos Aires después de casi seis meses viviendo aquí. No me he ido muy lejos, a 100 km pero ya no me para nadie, la voy a llevar clavada por donde quiera que vaya, para lo bueno y para lo malo.
Vine aquí como primera etapa de un viaje que iba a empezar enseguida. La primera etapa del viaje empezó a los tres meses de estar aquí, nos fuimos 20 días. Ahora después de casi otros tres meses mi viaje VA A EMPEZAR. Y VOY A CUMPLIR 40. Y estoy un poco asustado, mayor, gordo, ilusionado, emocionado.
La furgo no anda bien del todo, la llevé a un mecánico que me mandó a otro, que me mandó a la Renault. En la casa me dieron hora un lunes y me dijeron que esa misma tarde me decían lo que le pasaba. El miércoles, en la última conversación con la casa me dicen que no tienen ni puta idea de que le pasa, ni esperanzas de saberlo por lo que si quiero me la puedo llevar sin que me cobren nada, me la llevé el viernes. Esta gran operación me lleva casi dos semanas y ninguno me supo decir nada. Anteayer la llevé a otro sitio para que me cambiaran el aceite. Le pregunté al mecánico si me podía quedar mientras lo hacía, aquello se convirtió en una clase magistral de 4 horas sobre mi vehículo. En principio con un par de aditivos soluciono el problema.
Como he pasado bastante tiempo aquí y no hacía nada más que ir a la carpintería para acabar el interior de la furgoneta (me voy sin conseguirlo) acabé trabajando para la carpintería. De carpintero para Marcelo el rey de Palermo. Fue una cosa muy natural, todos los días allí comiendo con el resto de la cuadrilla, en unas semanas me contrató. Gracias a eso he conocido está ciudad en profundidad, la he patrullado durante horas bajo las indicaciones del rey, he comprado madera, herrajes, hasta he hecho un master en cirujía. Cirujear es recoger cosas de la calle que tengan algún valor, y luego venderlo. Me lo he pasado bomba.
Marcelo es un tipo bajito, regordete, muy simpático, confiable y listo, pero tiene un problema no cumple con el plazo nunca.
Llega una abuelita un día,
-          Marcelo, ¿me arreglaste el estante?
-          No señora, no me ha llegado la madera, vuelva dentro de dos días.
Durante esos dos días Marcelo no para de trabajar pero ninguno en la estantería de la señora, claro que esta vuelve,
-          Marcelo querido ¿qué pasó con mi estantería?
-          Lo siento señora pero no la tengo todavía, yo la llamo, ¿era Lucía verdad?
-          Sí hijo pero házmelo por favor.
-          No se preocupe señora que la semana que viene lo tengo seguro.
A las dos semanas vuelve a aparecer la señora, cuando Marcelo la ve pone cara de espanto, porque no se había acordado de ella desde que se fue la última vez,
-          Mire señora no he podido hacerlo, y no voy a poder, lo siento mucho, aquí tiene la seña que me dio.
La pobre vieja ni abre la boca lo mira con pena y se va. A Marcelo realmente no le interesaba ese trabajo, era poco dinero y aunque fuera poco tiempo él tiene trabajo de sobra y mucho mejor pagado. Cuando vino Doña Lucía cogió el trabajo porque le daba pena, le pasó un precio alto para que ella lo rechazara pero no lo hizo. Ahora un mes después ese precio es barato. Sí, barato porque el dinero ya no vale lo mismo, se llama inflación y la he conocido aquí, es la lacra de este país. Ahora se van los dos jodidos una con pena y el otro con remordimiento.
Esta es una ciudad apasionante, con un caos constante. Aquí cuando quieren protestar, y razones tienen, no se van al ayuntamiento y piden permiso para hacer una manifestación. Se juntan 4 o 10 agarran las bolsas de basura que encuentran y las prenden fuego en medio de la calle. Mientras arden ellos se acercan a una farola y con un palo empiezan a sacudirla como si fuera un tambor. Entonces llega la policía, corta el tráfico y espera hasta que se les canse el brazo. Cuando esto pasa, le dan un par de patadas a los restos del incendio y aquí paz y después gloria, cada uno a su casa y vuelta a la normalidad. A todo esto el resto del barrio ha estado viéndolo desde la acera como si fuera un desfile.
Otra cosa increíble es el tráfico. Y no porque sea malo, que lo es como en cualquier ciudad con muchos millones de habitantes. Aquí hay mucha gente que va en bici, además hay un carril bici con muchos kilómetros. Pero vas tranquilamente en tu bicicleta y de repente te pasa un tráiler con cuarenta coches en el lomo y el susto es tan grande que te dan ganas de subirte a un balcón. Porque aquí los camiones articulados van por el medio de la ciudad, se paran en los semáforos y en hasta en doble fila para sentarse en una parrilla.
Ah, las parrillas. Que invento, si señor para quitarse el sombrero. Una parrilla es una barra abierta a la calle con taburetes en la acera. Son pequeñitas pero espectaculares. Te ponen unos pedazos de carne que tendrían babeando a cualquiera de verlo en foto. Claro que aquí son realidad. Y a mí no me cierran los pantalones desde hace ya un mes, además el vino está muy bueno.

Así que esta ciudad ha quedado clavada en mí, y los argentinos que pueden parecer unos villanos si eres su cliente, realmente son los héroes cuando convives con ellos.

6 comentarios:

  1. Boludo de 130 kilos. me ha gustado mucho, sigue tu viaje y muchisimi animo.

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  2. Me alegro que te haya gustado, voy a engordar un poco más que aquí hace frío.

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  3. Lo escribo ya por 3ra.vez (no me funciona esto); gracias-como porteño de ley- por tus conceptos. Te confieso mi envidia por tu aventura (siempre nos despiertan envidia las aventuras ajenas porque no tienen riesgos para nosotros); te tengo fé porque ya conozco tu determinación y tu espíritu. Espero noticias de tus éxitos pronto.

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  4. Hola Nacho,
    Me mola que te estés adaptando tan bien al lugar. Tú, la verdad, es que no exiges mucho y te acoplas rápido (eso lo dan las muchas horas de parque que tenemos). Tío, disfruta de la vida porque aqui no hacen más que decirnos que lo que nos han quitado no nos lo merecíamos, mientras que ellos (los putos políticos sin oficio ni beneficio), no se quitan de nada.
    Ánimo, e inunda este blog de fotos para que todos participemos de vuestra vida.
    Adelante tronx.

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  5. Felicidades, primo nómada, que lo estarás celebrando desde el otro lado del mundo. Disfruta, mientras nosotros nos enteraremos por aquí de tus batallitas :)

    Besos de tu prima Ana

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  6. Gracias amigos y prima por vuestos coments.

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